Es una receta muy
facilita y con un resultado espectacular. Además tiene la posibilidad de
cambiar el pescado por el que más os guste. Yo suelo hacerlo con bacalao porque
en casa gusta mucho, pero si os va mas la merluza, queda riquísimo. También
podéis echarle unos espárragos blancos en los últimos minutos. Animaos y me
vais contando, que me gusta mucho que pongáis vuestras sugerencias.
Ingredientes para 4
personas:
· 3 ó 4 Patatas, según
tamaño
· 1 Lomo de Bacalao
congelado grande y grueso, de la mejor calidad
· 1 Cebolla grande
· Aceite de Oliva
· Unos guisantes
congelados
· Perejil
· Sal
Realización:
Pelar y cortar la
cebolla en rodajas. Colocar, haciendo una cama, en una cazuela antiadherente
untada de aceite.
Pelar, lavar y cortar
las patatas en rodajas de 1/2 cm. aprox. Y colocar sobre la cebolla, procurando
que quede todo bien asentado. Espolvorear con sal.
Coger el lomo de bacalao
sin descongelar y con ayuda de un buen cuchillo, hacer 4 trozos, 1 por ración.
Colocar sobre las patatas, con la piel hacia abajo, rociar con un poquito de
aceite de oliva por encima, perejil y un chorrito de agua, sin pasarnos, pues
el bacalao va a aportar bastante. Es preferible ir rectificando si vemos que la
necesita. Se tapa y se pone a fuego medio-bajo durante 30 ó 40 minutos. Va a
depender del tipo de patatas y del grosor del bacalao. Habrá que estar
pendientes para no pasarse en la cocción.
A los 15 ó 20 minutos
añadir los guisantes congelados. Hay que integrarlos sin revolver, sólo con
movimientos suaves. Salsear de vez en cuando, con cuidado para no romper el pescado ni las patatas.
Ukiconsejo:
Podéis enriquecer este plato con unas almejas o unas gambas.
Mnnnn!!! que rico, madre mia! Me encanta el pescado y este plato parece tan sencillo...
ResponderEliminarY dices que se puede hacer con otros pescados, pero puede ser otras piezas como unas rodajas de merluza, por ejemplo, o tiene que ser lomos?
Gracias.
Sí Lucía. Puede ser con rodajas o con cualquier otra pieza de pescado que te guste. Yo suelo hacerlo con piezas sin espinas por la comodidad, pero eso es cuestión de gusto. Recuerdo que mi madre solía hacerlo con unas pescadillitas pequeñas que no tenían cabeza y las ponía enteras. En fín, ya te digo, este plato da mucho juego. Anímate!
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